Fondos de inversión contribuyen al desarrollo económico y de empleos

Los fondos de inversión son instrumentos de inversión bastante particulares, ya que, por una parte, constituyen un motor para el desarrollo del país, porque permiten financiar empresas y proyectos que contribuyen a la generación de empleos, desarrollo de infraestructura, innovación e iniciativas que aportan a la reactivación económica y a la calidad de vida de las personas.

Por otra parte, los fondos de inversión que invierten en el extranjero presentan una valiosa oportunidad de diversificación para muchos inversionistas, por medio de vehículos chilenos, administrados por empresas locales, con operaciones y empleados en Chile, y auditores, asesores y reguladores nacionales.

‘Para enfrentar los desafíos económicos y sociales de la pandemia serán necesarias más inversiones que impulsen la actividad y el trabajo. Los fondos de inversión representan una importante fuente de generación de empleos, de manera directa e indirecta, ya que las iniciativas y empresas que financian crean nuevos puestos de trabajo, al requerir mayor contratación de servicios y mano de obra’, dice Pilar Concha, gerente general de la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión A.G. (Acafi).

A la vez, permiten que las personas inviertan sus ahorros en muchas alternativas de instrumentos, a los cuales no pueden acceder de manera individual. ‘Por ejemplo, los fondos de inversión financian proyectos para la renta y para el desarrollo inmobiliario, como viviendas, oficinas, locales comerciales, bodegas, estacionamientos, centros logísticos, residencias para la tercera edad, entre otros’, añade.

Emprendimiento e innovación

Frente al avance de la tecnología y la digitalización, los fondos de inversión se han convertido en un actor relevante en el fomento de la innovación, a través del financiamiento de empresas y proyectos no tradicionales con alto potencial de crecimiento.

‘Los fondos de venture capital y private equity en Chile están contribuyendo de manera creciente al financiamiento de emprendimientos, lo que, sumado al aporte de los fondos internacionales, han impulsado el crecimiento de estas empresas tanto a nivel regional como global’, destaca Pilar Concha.

Según el reciente informe ‘Expectativas 2022’, que Acafi realizó en conjunto con EY y Endeavor, el 64% de los fondos de capital de riesgo planea invertir más este año, mientras que la mayoría de los emprendimientos piensa internacionalizarse y 67% proyecta sumar áreas de negocio o productos durante el 2022.

‘En Acafi, buscamos contribuir al desarrollo sostenible de la industria, a través de la promoción de un marco regulatorio adecuado y las mejores prácticas, e impulsando criterios de inversión responsable (principios ESG), y la construcción de un entorno favorable para que las personas puedan hacer crecer sus ahorros invirtiendo en vehículos atractivos, tanto en Chile como en el extranjero. Asimismo, promovemos iniciativas para que existan más y mejores alternativas de financiamiento para empresas y proyectos’, precisa.

Fondos público y fondos privados

Los instrumentos en que pueden invertir los fondos de inversión varían dependiendo del fondo y están definidos por su política de inversión, contenida en el reglamento interno del fondo. Cabe destacar que estos fondos tienen un gran abanico de opciones, que van desde instrumentos accionarios y de deuda, hasta infraestructura, emprendimientos, activos inmobiliarios y forestales, entre muchos otros.

De acuerdo con las disposiciones legales aplicables (Ley Única de Fondos, Ley N° 20.712), existen los fondos de inversión públicos y fondos de inversión privados. ‘Los primeros son aquellos administrados por una sociedad anónima de giro exclusivo que es fiscalizada por la Comisión del Mercado Financiero (CMF). Sus cuotas constituyen valores de oferta pública que se inscriben en el Registro de Valores de la CMF y en las bolsas de valores, y además estos vehículos son fiscalizados por dicho organismo’, explica Virginia Fernández, gerente de Estudios de Acafi.

Cabe destacar que, de acuerdo a la clasificación de la asociación gremial, estos instrumentos financieros se dividen en dos grandes categorías: Mobiliarios y Alternativos (inmobiliarios, infraestructura y energía, deuda privada y capital privado, entre otros).

En cambio, los fondos de inversión privados no están sujetos a la fiscalización de la CMF, son administrados por administradoras generales de fondos o por sociedades anónimas cerradas no fiscalizadas, por cuenta y riesgo de sus aportantes, y no hacen oferta pública de sus valores.

‘Los fondos privados pueden tener un máximo de 49 aportantes que no sean integrantes de una misma familia y, en caso de superar dicha cifra, estos quedan sujetos a las normas aplicables a los fondos fiscalizados por la CMF. Por otra parte, deben además cumplir con ciertos requisitos de diversificación de inversionistas y participación máxima de la administradora, ya que de lo contrario deben pasar a tributar como sociedades anónimas’, detalla.

Agrega que ambos fondos se encuentran facultados para invertir en los mismos tipos de activos y tienen además las mismas prohibiciones legales en cuanto a activos prohibidos, siendo el reglamento interno de cada fondo el que debe establecer la política de inversión.